miércoles, 13 de mayo de 2015

Consultar diccionarios, etc., para conocer el significado de palabras inusuales, etc.


CONTENDER POR PALABRAS
EL DEBIL DE CONCIENCIA
Por José Carvajal

·        Consultar diccionarios, etc., para conocer el significado de palabras inusuales, etc., (1 Corintios 14:11).
·        PUNTOS…PARA SER MEJORES ESTUDIANTES…MAESTROS Y PREDICADORES por Bill H. Reeves, dice: Recibo cartas de respuesta en que no se copia con cuidado mi nombre. Algunos ponen Bull (que en inglés significa “toro”) en lugar de Bill. […] Nunca serán buenos maestros de la Biblia porque no siguen instrucciones.”
·        Nunca faltan quienes argumentan sobre algunas palabras sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman” (1 Timoteo 1:7), perturbando la paz de quienes SÍ enseñamos como dice 1 Timoteo 4:16.

I.                  CONTENDER POR LAS PALABRAS DE LA VERDAD Y NO POR PALABRAS VANAS.
A.   No es malo todo contender, discutir o combatir (Judas 1:3; Hechos 17:17; Filipenses 1:27).
B.   Hay palabras que las Escrituras manda no discutir (2 Timoteo 2:14). Son palabras que para nada aprovecha, sino que es para perdición (Gr. katastrophe = catástrofe) de los oyentes.”
C.   Las Palabras de Dios producen fruto bueno para salvación (1 Pedro 4:11; 2 Timoteo 3:16-17).
1.     Pero el mal uso de ellas genera error y división en la iglesia, por ejemplo, en la Cena del Señor la palabra COPA (Gr. Poterion = recipiente para beber) es bíblica, pero la palabra “copitas” NO. Por eso la discusión, debate, contienda y combate continúa contra la aberración de la añadidura de copitas en la Cena del Señor (1 Corintios 11:23-28; 10:16-17).
D.   Paso a tocar el punto principal de este tema, en este primer trimestre del año me ha tocado confrontar con tres hermanos en la iglesia por tres palabras distintas (esto no es un buen síntoma en ellos), una de ellas, la más relevante es la palabra “revolución” y sus derivados, en un sermón que prediqué.
1.     Definiendo el vocablo “revolución”, según DRAE. “2. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación. – 3. Inquietud, alboroto, sedición.”
2.     Dice Lucas 23:19, 25 que Barrabás había sido echado en la cárcel por “sedición en la ciudad y homicidio”. La palabra sedición y revolución son sinónimas.
a.     Tres versiones griegas de las más importantes del Nuevo Testamento (Tischendorf, Nestle-Aland, Westcott-Hort) traducen en Lucas 23:19, 25, “revolución” (Gr. stásis, por implicación = levantamiento popular. STRONG) en vez de “sedición”.
b.    Por eso, afirmo que Barrabás era un revolucionario, esa era su ocupación, revolucionar al pueblo contra el imperio romano para acabarlo.

II.               EL DEBIL DE CONCIENCIA DEBE CRECER, SALIR DE LA INCUBADORA.
A.   Pablo habla de los hermanos débiles a los cuales tratar con cuidado por su débil conciencia, al punto que si comer carne le era tropiezo, Pablo no la comería jamás (1 Corintios 8:13).
1.     Es frase superlativa, pero en Romanos 14:1-3, le ordena al débil a no juzgar al fuerte.
a.     Cuídese el débil  de imponer criterios alimenticios, es doctrina de demonios (1 Timoteo 4:1-3).
b.    El débil debe madurar en la fe, pues, la inmadurez indefinida es contrario a la naturaleza del evangelio y mandamiento de Dios (cf. 2 Pedro 3:18; Mateo 21:18-19).

III.           EL PELIGRO DE ESTOS PREJUICIOS POR ALGUNAS PALABRAS.
A.   Quienes se empeñan en imponer sus caprichos por algunos términos, se están extraviando de la verdad, dando primeros pasos como falsos maestros (1 Timoteo 6:3-5). Ya llevan ese rumbo.
B.   v.4 dice “y delira”. Literalmente, “está enfermo”.
1.     Este soberbio está enfermo de la práctica de discutir sobre palabras, pero no son las “sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo”. Su actividad carnal destruye la paz en la congregación.

CONCLUSIÓN:

·        Quiero decirles unas palabras lapidarias de Robert Helwig (editor del Pregonero Latino), quien dijo al final de un debate sobre el uso de una sola copa en la Cena del Señor y no copitas, con un predicador de la iglesia de Cristo en Caricuao, le aconsejó: “joven, cómprese un buen libro de gramática”. Y añado yo, ¡y… estúdienlo!

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