miércoles, 28 de febrero de 2018

PENSANDO EN EL PEOR ESCENARIO: ¿Cómo deberíamos responder a la crisis económica en nuestro país?



Por José Carvajal
(Habacuc 3:16-19)

A.   ¿Qué deberíamos hacer si la economía de nuestro país fuera totalmente destruida?
1.    ¿Si no hubiera gasolina, etc. (como en el 2003), ni luz, ni agua (como hace poco cuando nuestra principal represa se secaba), o si los alimentos en los supermercados, mercados populares y abastos, “bachaqueros”, o los programas sociales, policías, autoridades, etc., desaparecieran totalmente o peor de lo que vivimos hoy? ¿Cómo deberíamos responder?

I.               Dios le dijo a la nación de Judá, que la iba a destruir a causa de sus pecados y para ello iba a usar a los caldeos (babilonios).
Hab 1:1 La profecía que vio el profeta Habacuc.
Hab 1:2  ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 
Hab 1:3  ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 
Hab 1:4  Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. 
Hab 1:5  Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.
Hab 1:6  Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. 
Hab 1:7  Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. 
Hab 1:8  Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. 
Hab 1:9  Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. 
Hab 1:10  Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. 
Hab 1:11  Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.

A.   Esta noticia aterrorizó al profeta (Habacuc 3:16a).
Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí;

1.    Pero a pesar de las noticias aterradoras, el profeta Habacuc dijo que iba a estar tranquilo sabiendo que todo provenía de Dios (Habacuc 3:16b).
Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

B.   El profeta describe la destrucción de la economía de los Judíos (Habacuc 3:17).
Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;

1.    Él estaba hablando de la destrucción de la agricultura y la ganadería, etc., por los babilonios.
2.    Las palabras del profeta me hacen recordar los días del “caracazo” en el 89, el paro patronal de 2003, reviviendo los mismos sentimientos que ahora tengo por causa de estos casi cuatro años de profunda crisis política, económica, alimentaria, inflacionaria, de insalubridad, etc.
C.   A pesar de todo lo que sufriría el profeta junto con el pueblo a causa de la invasión babilónica, él mostraba su plena confianza en la providencial protección de Dios (Habacuc 18-19).
Hab 3:18  Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Hab 3:19  Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.

1.    pies como de ciervas”, “Y me hará andar sobre mis alturas”. (cf. Salmo 18:33).
Sal 18:33  Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;

a.    Pies de ciervas (o gacelas)” expresa velocidad, con la cual Dios capacita al profeta para escapar de sus enemigos, como lo hacía Jesús (Juan 8:59; 10:39; Lucas 4:29-30).
Jua 8:59  Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.  
Jua 10:39  Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos. 
Luc 4:29  y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 

Luc 4:30  Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
b.    “Y me hará andar sobre mis alturas”. Las alturas son lugares de seguridad y de eminencia o elevación moral (Génesis 19:17; Mateo 24:16-18; Deuteronomio 32:13; 33:29).
Gén 19:17  Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. 
Mat 24:16  entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 

Mat 24:17  El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 
Mat 24:18  y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
Deu 32:13  Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal; 
Deu 33:29  Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por Jehová, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
D.   Dios destruyó la economía del primer imperio de la era del Nuevo Testamento (Apocalipsis 18).

CONCLUSIÓN:
·       Quizás algún día Dios deja que se destruyan todas las economías del mundo y que no haya gasolina, electricidad, comida, ni policías y demás autoridades, etc.
·       Pero si llega este día (Efesios 6:13, "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes."¿cómo debemos responder?
·       Con gozo y confianza en nuestros corazones porque Dios hará que todo salga bien a nuestro favor (Romanos 8:28 "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."), y aunque muramos, viviremos eternamente en el cielo con Él (Romanos 14:8 "Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.").
·       Que Dios nos ayude a confiar más en Él, tal como lo hizo el profeta Habacuc.


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